En esta actividad se proporcionó asistencia técnica para cada empresa vitivinícola con el objetivo de realizar un diagnóstico de su situación actual. Se desarrollaron reuniones iniciales con las empresas beneficiarias atendidas, visitando sus instalaciones y como también para algunos casos reuniones en modalidad virtual. Del levantamiento de información resultante de las visitas, se logró conocer y validar las brechas y requerimientos de transferencia de cada una de éstas.

Participaron de las visitas María Cristina Schiappacasse, el rol de ella en este proyecto es Asesora experta en sustentabilidad y eficiencia hídrica, también contamos con el apoyo de Matías Morales, alumno en práctica y  Gabriela Orbenes, gestora del proyecto.

Se realizaron visitas a terreno a las empresas para recopilar información detallada de ellas y conocer cuáles han sido sus avances en cuanto a su adaptación y mitigación al cambio climático, detectar posibles áreas de mejora en sus actividades de producción, como identificar las brechas productivas. Durante estas visitas, se generó un espacio de diálogo donde las beneficiarias atendidas compartieron su experiencia en el manejo del campo o la bodega, según corresponda. Se cubrieron diversos aspectos, como el consumo y uso eficiente del recurso de agua, el consumo de diferentes fuentes energéticas, la generación y/o uso de energías renovables, las prácticas de cultivos, la gestión de residuos, entre otros temas relevantes. Este enfoque directo permitió entender mejor las necesidades y desafíos que enfrentan las empresas de la industria vitivinícolas de Casablanca, lo que a su vez brindó la oportunidad de diseñar estrategias y programas más efectivos para apoyar su desarrollo.

Es ampliamente reconocido que la escasez de agua es un desafío global, y el Valle de Casablanca no es una excepción, ya que enfrenta problemas significativos de escasez hídrica. Entre las beneficiarias atendidas, un 90% ha tenido que sobrellevar las dificultades relacionadas con la disponibilidad de agua, esto lo han evidenciado a lo largo del tiempo, ya sea a través de la disminución en la altura estática de las bombas o la reducción en la oferta de las napas. Por lo tanto, es crucial implementar estrategias que permitan a éstas adaptarse a la realidad actual, marcada por el cambio climático, y así satisfacer sus necesidades de manera sostenible en este contexto de escasez de agua.

 Se categorizaron en 2 grupos

• Grupo productores de uva 
• Grupo de bodegas con proceso de vinificación 

En base a la evaluación diagnóstica, las brechas identificadas para los productores de uva:

• Tecnificación del proceso productivo para llevar a cabo un manejo eficiente del recurso hídrico.
• Acceso a tecnologías y servicios energéticos sostenibles.
• Prácticas agrícolas sostenibles que generen un sistema integrado del sector productivo y la biodiversidad.
• Diferenciación del manejo orgánico no se ve reflejado en el precio. 
• Pérdida de hectáreas productivas por la presencia de conejos.
• Gestión de residuos peligrosos por parte de las beneficiarias pequeñas, dado los bajos volúmenes generados de éstas.
• Sensibilización del uso de recurso hídrico por parte del personal operario.

En relación al grupo de bodegas de proceso de vinificación:

• Tecnificación del proceso productivo para llevar a cabo un manejo eficiente del recurso hídrico -Acceso a tecnologías y servicios energéticos sostenibles.
• Reutilización de aguas de lavado.
• Revalorización de borras que se generan en el proceso de vinificación. 
• Bajo grado de circularidad del manejo de los residuos sólidos generados.
• Sensibilización de recurso por parte del personal operario.